Luego de varios días de haber sido hurtado un cañón de bronce en la iglesia de San Felipe de Portobelo, este martes 19 de febrero fue devuelto a su lugar.
La entrega de la pieza, con alto valor histórico, se dio mediante negociaciones de personas anónimas con el padre, el alcalde, los miembros del Sistema de Protección Institucional y la Policía Nacional.
El sacerdote Narciso Ábrego manifestó su satisfacción porque la persona regresó lo hurtado y apeló a la conciencia de los ciudadanos en no ser partícipe de estos hechos que afectan a la propia comunidad.
El cañón fue reportado como hurtado hace 12 días tras no encontrarse en la sacristía de la iglesia y donde solo tienen acceso los trabajadores del lugar.