Alfonso Peppermint Frazer se convirtió en 1964 en el primer boxeador panameño en participar en unos Juegos Olímpicos, de esa cita guarda pocos recuerdos, aunque fue su primer paso para llegar a ser el tercer campeón mundial en la historia de Panamá.
Frazer tenía 16 años cuando representó al país en los Juegos de Tokio, era la primera vez que salía de la calle 16 de Río Abajo donde vivía y comenzó practicando los deportes de béisbol y baloncesto. “Imagínese, ni siquiera había ido a Bocas del Toro y mi papá no quería que boxeara”, recuerda Peppermint.
¿Peppermnit, por qué peppermint, de donde surgió ese apodo? Sonríe mientras explica que era una táctica que utilizaba su bisabuela para convencerlo de regresar a casa, tentándolo con el caramelo de color blanco y rojo con sabor a menta.
Así nació ese sobrenombre, con el que todavía es conocido a sus 68 años de edad.
En su casa ubicada en la urbanización Marcasa, frente a Plaza Carolina, conserva el cinturón de campeón de la Asociación Mundial de Boxeo y muy poco de su participación en los Juegos Olímpicos, solo destellos en su memoria de la cultura asiática, de las veces que tenía que bajar la cabeza para saludar y el idioma.
Su padre del mismo nombre, Alfonso Frazer, formaba parte de la selección nacional de baloncesto y siempre se opuso a que el hoy ex campeón mundial practicara el deporte de las narices chatas.
La carrera boxística de Peppermint comenzó de “chiripón”, como él dice. Sus primeras trompadas sobre un ring las tiró en el gimnasio Pascual Ciela González de El Marañón, justo donde ahora se encuentra el Mercado del Marisco, fue una oportunidad inesperada que le cambiaría la vida.
Frazer recuerda que asistió con unos amigos a un programa aficionado de boxeo en el gimnasio de El Marañon, y para buenaventura de ellos uno de los púgiles citados no llegó. Sus compañeros se pesaron para probar suerte y tomar el lugar, pero ninguno cumplió con la categoría.
Cuando le tocó el turno a Peppermint, la pesa marcó media libra menos, así que tuvo que pelear alentado por sus amigos, fue la primera vez que subía a un tinglado. Debutó con una victoria sobre Diego Alcalá, su mente lo traiciona en esta ocasión y no recuerda detalles de su vestimenta prestada ni de la pelea, pero sí a su rival, con quien le une ahora una gran amistad.
Deatlles
En ese entonces tenía 15 años de edad y tras el esperanzador triunfo comenzó a entrenar bajo las órdenes de Carlos de la Flor, así dejó la manilla, el bate, el aro y el balón para ir todos los días al gimnasio, siempre ante la advertencia de su padre, que no quería que boxeara.
Poco a poco el campeón Guantes de Oro tuvo marca invicta de 17 peleas ganadas antes de debutar en el boxeo profesional, una experiencia inolvidable, porque fue en la misma cartilla en que su compatriota Ismael Laguna venció a Carlos Ortiz y conquistó la corona ligera en 1965. Esa noche él venció a Baby Luis Carlos, la primera victoria de 43 en su historial profesional, en el que conquistó un campeonato mundial hasta su retiro en 1981.
Su reinado profesional como campeón fue efímero, solo pudo defender una vez el título superligero que le ganó al argentino Nicolino Loche, el 10 de marzo de 1972, al derrotarlo por puntos en 15 asaltos en el gimnasio Nuevo Panamá. El 28 de octubre de ese mismo año su corona pasó a la cabeza del colombiano Antonio Cervantes Kid Pambelé, que lo noqueó en 10 rounds.
Peppermint había nacido para ser boxeador, con 16 años de edad fue el atleta más joven de la representación de Panamá que compitió en Tokio y junto a Carolena Carstens (Londres 2012) son después de Eileen Coparropa, que lo hizo a los 15, los dos atletas más jóvenes en las 17 participaciones de Panamá en Juegos Olímpicos.
En Japón peleó en la categoría de los 57 kilogramos ante el keniano Waruinge Nakayama, con el que perdió por nocaut en el primer asalto.“No quiero dar excusas, pero era un muchacho sin experiencia. Como todo ser humano estaba nervioso, peleando a fuera de mi país, hice todo lo que pude, pero perdí”, se excusa.
De su debut olímpico ya han pasado 52 años y en la próxima edición que arranca el 5 de agosto en Brasil se ha dado la incursión del profesionalismo en el boxeo olímpico, una innovación que Frazer no comparte.
“No estoy de acuerdo con que los boxeadores profesionales peleen con los aficionados. Si quieren eso deben hacer mejor una olimpiada para profesionales”, agrega.
“Yo fui a Japón a representar a mi país, orgulloso de ser panameño, igual que cuando gané el campeonato de boxeo y no se pueden mezclar las dos cosas”, explica Peppermint que a su regreso de los Juegos Olímpicos dio el salto a la profesional, bajo la tutela de Carlos Eleta.
El campeón de la categoría superligera asegura que nunca estará de acuerdo con que los profesionales y aficionados combatan, es peligroso, porque hay desigualdad en la técnica y experiencia. “Además, muchos campeones no irán a Brasil porque prefieren el dinero y no la fama olímpica”.
Protector
Sobre la eliminación del protector de cabeza, dijo que era necesario, ya que algunos atletas se aprovechaban y lo bajaban a la altura de los ojos para cegar al contrario, como le ocurrió en su pelea en Tokio.
Frazer no se consideraba un boxeador completo, aunque boxeaba y pegaba. Su historial de 43 peleas ganadas, 17 perdidas y 3 empates, con 30 nocauts, lo demuestra. Además, su invicto lo perdió en su décima pelea ante Luis Patiño, un púgil con mayor experiencia.
Sobre el boxeo actual en Panamá, dijo que no hay programas interesantes, son desbalanceados, porque ya uno sabe quién ganará antes de tirar un golpe, por el récord.
Peppermint goza de una jubilación como funcionario de aduanas y de una pensión vitalicia por ser campeón mundial de boxeo, es amante de la buena música, la salsa y el jazz y se entretiene jugando dominó o barajas algunas tardes frente al gimnasio del Club de Leones de El Marañón.
Otros panameños
Después de Frazer, en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972 vieron acción los panameños Luis Ávila y Roy Hurdley, Juan Huertas en Londres 2012 y en Brasil, Atheyna Bylon.
Púgiles
En total serán cinco los panameños que han competido en el boxeo olímpico, si Bylon sube al tinglado.
En la edición que se realizará en Río de Janeiro Panamá competirá con 10 atletas en 7 deportes, igual a la cantidad de los Juegos en que participó Peppermint Frazer.
A Brasil irán Atheyna Bylon, en boxeo; Carolena Carstens, en taekwondo; Isabella Amado, gimnasia; David Muñoz, tiro; Eileen Grench, esgrima; Alonso Edward, Yvette Lewis y Jorge Castelblanco, en atletismo y María Far y Edgard Crespo, en natación.
