9:44 a.m. - LONDRES, Reino Unido. (EFE). -Ciertos antibióticos potentes administrados a los bebés prematuros en las clínicas de maternidad pueden producir sordera en los niños que tienen una mutación genética relativamente extendida.
Así lo ha descubierto un equipo del Instituto de Salud Infantil de la University City London, que publica los resultados de su estudio en el New England Journal of Medicine.
Se trata de los llamados antibióticos aminoglicósidos que se utilizan para tratar ciertas infecciones (sepsis gram-negativas), de los que se sabe que pueden afectar a las funciones renales y dañar el sistema auditivo del individuo, por lo que hay que administrarlos siempre con cuidado.
Pero algunos niños heredan una mutación mitocóndrica - la m.1555A G- y en ese grupo de criaturas la pérdida de audición es muy alta aunque los antibióticos se administren en dosis que en otros niños pueden considerarse bajas.