Los cigarrillos electrónicos enfrentarán nuevos y estrictos límites impuestos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), según un alto funcionario de la agencia, que restringen las ventas de muchos productos populares con sabores frutales, en medio de lo que la FDA ha denominado una epidemia en el consumo juvenil.
Las ventas de cigarrillos electrónicos populares con sabores a frutas se limitarán a establecimientos solo para adultos, como las tiendas de vapeo. Las restricciones se aplicarán solo a los dispositivos que utilizan cartuchos, como un popular producto de la startup Juul Labs Inc., según el funcionario.
Las ventas en línea se permitirán solo a los minoristas que tomen medidas para verificar la edad del comprador y, al igual que el alcohol, sólo se podrán vender en la web siempre que haya alguien mayor de 21 años que firme la recepción del paquete, informó el funcionario. Las regulaciones, que se anunciarán la próxima semana, entrarán en vigencia en los próximos meses.
Los portavoces de la FDA y Juul declinaron hacer comentarios. Los planes de las nuevas regulaciones fueron reportados por Washington Post.
Las acciones de British American Tobacco Plc subían el viernes hasta un 2.3 por ciento en las primeras operaciones de Londres, mientras que Imperial Brands Plc subía hasta un 2.5 por ciento.
Los analistas dijeron que los planes de la FDA son positivos para las grandes compañías tabacaleras porque a los consumidores les resultará más difícil comprar los cartuchos de Juul.
"Cualquier medida que desacelere la trayectoria de crecimiento de Juul será positiva para la percepción de la industria del tabaco", escribió en una nota el analista de Jefferies International Ltd., Owen Bennett. Añadió que tendrá un impacto limitado en las principales compañías tabacaleras, ya que el mercado de los cigarrillos electrónicos es una "pequeña parte" de sus ventas.
’Una epidemia’
La FDA ha estado analizando durante meses formas de reducir el uso entre los jóvenes y ha manifestado su creciente preocupación de que los cigarrillos electrónicos están creando una nueva clase de usuarios de nicotina, en lugar de ayudar principalmente a las personas a dejar de fumar cigarrillos normales.
La FDA calificó el uso de los dispositivos por parte de los jóvenes como "una epidemia" y dijo que consideraría medidas significativas para detenerla.
El uso de cigarrillos electrónicos aumentó un 77 por ciento entre los jóvenes en edad escolar secundaria y alrededor del 50 por ciento entre los estudiantes de entre 9 y 13 años en 2018, según datos preliminares del gobierno.
El dispositivo de Juul se ha vuelto ampliamente popular y representaba casi un tercio de las ventas de cigarrillos electrónicos a fines de 2017, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
La compañía con sede en San Francisco cuenta con inversionistas de alto perfil, como Tiger Global Management y Tao Capital Partners. Las negociaciones de recaudación de fondos este año estimaron una valoración de 15 mil millones de dólares en el negocio, lo que deja sus fundadores con un patrimonio de más de 800 millones cada uno.
Los activistas del tabaco dijeron que la FDA debería imponer restricciones aún mayores, incluida la prohibición de las ventas en línea. "No es suficiente", dijo Meredith Berkman, cofundadora de una organización de padres en contra del uso de cigarrillos electrónicos. "Tiene que haber una prohibición completa de los productos con sabores en todas partes".
Prohibiciones en el extranjero
La medida estadounidense era esperada hace mucho tiempo y se produce en medio de preocupaciones similares en el extranjero. Al menos 27 regiones, entre ellas Singapur y Hong Kong, han prohibido los dispositivos alternativos, atendiendo a los consejos de la Organización Mundial de la Salud. Otras, como el Reino Unido y Nueva Zelanda, han adoptado una postura más complaciente.
Andre Calantzopoulos, máximo ejecutivo de Philip Morris International Inc., dijo el mes pasado que esperaba que los reguladores de todo el mundo se volvieran más abiertos a las alternativas a los cigarrillos tradicionales y revirtieran sus prohibiciones. Sin embargo, dijo que la posibilidad de que la FDA fiscalice el uso de cigarrillos electrónicos es una medida justa, ya que la agencia carecía de la autoridad para regular dichos dispositivos antes de que salieran a la venta.
