El asteroide 99942 Apophis, nombrado así por una deidad egipcia, fue descubierto el 19 de junio de 2004. Escasos meses después, en diciembre de 2004, causó revuelo en la comunidad científica cuando observaciones iniciales indicaban que había un 2.7% de probabilidades de impactar la Tierra en su primer acercamiento, el viernes 13 de abril de 2029.
Con estudios minuciosos adicionales se descartó un impacto en 2029, pero las posibilidades de que ocurriera en 2036 permanecían. Eran bajas, pero seguían ahí, hasta que también fueron descartadas. Todo acercamiento que se consideró riesgoso a corto o mediano plazo terminó por eliminarse de la lista de amenazas.
¿Qué ocurrirá con 99942 Apophis a corto plazo?
En los próximos 15 años, Apophis tendrá dos aproximaciones a la Tierra. La primera será el viernes 13 de abril de 2029 y la segunda, exactamente siete años después, el domingo de Pascua, 13 de abril de 2036.
En 2029, Apophis pasará a tan solo 36.000 kilómetros de la Tierra. Aunque la distancia suene grande, en términos espaciales es mínima: se trata de una décima parte de la distancia promedio entre la Tierra y la Luna. Será visible a simple vista desde Europa, África y Asia occidental.
En 2036, pasará cerca de la Tierra en dos ocasiones (marzo y diciembre), pero a distancias más seguras.
El legado de Apophis
La gran importancia histórica de 99942 Apophis es que la preocupación global que generó impulsó a instituciones y gobiernos a desarrollar planes y estrategias de defensa planetaria.
Desde entonces, se han diseñado protocolos para que, el día que un asteroide realmente amenace con chocar contra la Tierra, la humanidad esté preparada para evitar una segunda extinción masiva causada por un objeto interestelar.
Todo esto, por supuesto, si antes no provocamos nuestra propia extinción con el mal uso de nuestros recursos naturales.


