Varios diputados expresaron ayer en la Asamblea Nacional su preocupación por un estudio del Instituto de Ciencias Médicas de Azuero que advierte que bebés nacen con metales pesados en la sangre transmitidos durante el embarazo.
Los datos preliminares del estudio, dado a conocer por La Prensa, revela que los recién nacidos en Azuero presentan metales pesados en su organismo. La principal preocupación del equipo investigador es el posible impacto de estos contaminantes en el ADN de los recién nacidos, lo cual podría tener consecuencias a lo largo de toda su vida.
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Esta investigación fue liderada por el genetista Iván Landires, en colaboración con universidades nacionales, los hospitales Cecilio Castillero en Chitré (Herrera) y Joaquín Pablo Franco Sayas en Las Tablas (Los Santos), y con el financiamiento de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).
El hallazgo establece una alarmante relación entre la contaminación ambiental y el daño genético, lo que generó la preocupación de diputados como Yarelis Rodríguez y Miguel Ángel Campos, de la coalición Vamos, y Manuel Cohen Salerno, de Cambio Democrático.
La diputada Rodríguez destacó que “los bebés están naciendo con veneno en la sangre en Azuero” y que la investigación del Instituto de Ciencias Médicas confirmó la presencia de metales pesados y pesticidas prohibidos, como el DDT, en recién nacidos.
Rodríguez solicitó a las autoridades una investigación inmediata e independiente, con participación del Ministerio Público, sobre la posible contaminación del río La Villa, principal fuente de agua de la región.
“Necesitamos una investigación urgente e independiente sobre las fuentes de contaminación, así como protección real para las comunidades afectadas. No se puede hablar de desarrollo mientras nuestros niños nazcan contaminados. Hoy es Azuero, mañana puede ser tu comunidad”, concluyó en su intervención ante el pleno legislativo.
La investigación surgió tras detectarse sustancias tóxicas —entre ellas un químico conocido como atrazina— en el río La Villa, fuente principal de agua potable en Azuero. Se trata de una investigación inédita en Panamá y una de las primeras en Latinoamérica que busca comprender cómo la contaminación ambiental puede afectar la salud humana incluso antes del nacimiento.
Por su parte, el diputado Cohen Salerno informó que se comunicó vía telefónica con el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, para conocer más sobre el estudio, pero este le respondió que no tenía información al respecto. Ante esto, Cohen también solicitó una investigación sobre lo que está ocurriendo con la salud de la población.
El diputado cuestionó además qué medidas se adoptarán frente a la inversión de $1.2 millones en el saneamiento de las tuberías de la planta potabilizadora si el río La Villa continúa contaminado.
Por otro lado, el diputado Campos, independiente por Veraguas, respaldó el estudio realizado por los científicos de Azuero y pidió mayor investigación y la intervención del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) en torno a la contaminación ambiental. “Señores, la salud de nuestros niños no puede ser negociable. ¿A dónde está mirando el Gobierno? Hoy es Azuero, mañana puede ser el país entero”, expresó.
Hallazgos del estudio
El equipo de investigación recolectó muestras biológicas de mujeres embarazadas y de sus recién nacidos: la primera orina de los bebés y sangre del cordón umbilical extraída directamente de la placenta. También se tomaron muestras de orina y sangre de las madres. Todo el procedimiento se realizó siguiendo estrictos protocolos éticos y de bioseguridad.
Los análisis revelaron rastros de metales como cromo, cobre y cadmio, elementos potencialmente nocivos para la salud humana. Sin embargo, para Landires, el objetivo principal del estudio no era solo detectar estos contaminantes, sino analizar su impacto directo en el ADN humano.
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— Instituto de Ciencias Médicas, ICM (@ICMPanama) July 20, 2025
Estudio pionero por INSTITUTO DE CIENCIAS MEDICAS, ICM, @ICMPanama financiado por Senacyt, evidencia que bebés recién nacidos en Azuero nacen ya contaminados por metales pesados. @senacyt @MINSAPma @juancanavarro @MiAmbientePma @opsoms @spponline
Según el investigador, la exposición a ciertos químicos durante el embarazo puede provocar alteraciones genéticas que podrían derivar en daños celulares, trastornos en el desarrollo o una mayor predisposición a enfermedades crónicas en etapas posteriores de la vida.
El equipo de investigadores planea dar seguimiento a largo plazo a los niños incluidos en el estudio, con el fin de evaluar cómo estos contaminantes afectan su desarrollo físico y genético. “Es fundamental que se generen políticas públicas basadas en evidencia científica para proteger a futuras generaciones de los efectos nocivos de la contaminación ambiental”, concluyó Landires.
Atención @UNACHIpanama @ICMPanama @SNI_Panama @EOrtegaBarria @MINSAPma@CienciaPTY @CSSPanama @pacyt_unachi
— i4 (@i4UNACHI) July 8, 2025
Próximo Seminar Science 4-U
Toxicología Genética: Impacto de contaminantes químicos ambientales en el genoma humano, primeros estudios en Panamá
Con Dr Iván Landires pic.twitter.com/knmAE4PVL4
Piden publicación científica
El pediatra e investigador Xavier Sáez-Llorens subrayó la importancia de que este tipo de investigaciones sean revisadas por pares y publicada en revistas científicas.
“El hallazgo que uno realice debe ser verificado, bien contrastado y publicado en revistas revisadas por pares antes de que se considere legítimo desde el punto de vista científico”, comentó.
Sáez-Llorens enfatizó que encontrar metales pesados en la placenta o en la sangre de los recién nacidos no implica automáticamente un daño clínico, ya que eso dependerá de factores como la concentración, lo cual solo puede establecerse a través de estudios rigurosos y prolongados.
En tanto, el pediatra e infectólogo Javier Nieto Guevara coincidió con su colega en que los resultados deben ser publicados en revistas científicas. “Es necesario demostrar que estos hallazgos tienen relevancia. Y eso no es tan sencillo, porque requiere seguimiento a largo plazo. Una cosa es identificar metales pesados, y otra es entender su implicancia clínica”, acotó.


