La región de Azuero no ha recibido agua apta para el consumo humano desde finales de mayo pasado debido a la contaminación del río La Villa, fuente que abastece las principales potabilizadoras de Herrera y Los Santos.
Ante esta situación, el presidente de la República, José Raúl Mulino, indicó que el gobierno avanza en la primera etapa de un plan de desinfección de tuberías que abarca Chitré, Guararé, Las Tablas, La Villa, Llano de Piedra y Macaracas.
Actualmente, se están mapeando y revisando las redes de agua potable para instalar válvulas e hidrantes que antes no existían, paso previo a la limpieza y desinfección total, acompañada de pruebas que garanticen agua segura para la población, precisó el mandatario.
Según Mulino, este proceso busca no solo controlar el problema del acceso al agua contaminada del río, sino también limpiar y proteger todas las tuberías, evitando que se infecten nuevamente. Aseguró que las últimas pruebas en el río La Villa muestran una mejoría significativa en la calidad del agua, lo que permite a los residentes realizar actividades cotidianas como bañarse y limpiar de forma segura.
“Cuando esta crisis estalló hace unos meses, era un tema muy importante para todos. Ahora estamos limpiando todas las tuberías para garantizar que no se vuelvan a infectar”, expresó.
El Gobierno inició la primera etapa de desinfección de tuberías en Chitré, Guararé, Las Tablas, La Villa, Llanos de Piedra y Macaracas, con pruebas que garanticen agua potable y segura.https://t.co/rLx5Yn2AoO pic.twitter.com/lgQ9pEIAW6
— La Prensa Panamá (@prensacom) August 21, 2025
La crisis del agua en la región de Azuero comenzó el 27 de mayo de 2025, cuando el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) suspendió la operación de cuatro plantas potabilizadoras debido a la alta contaminación de los ríos La Villa y Estibaná. A más de un mes del inicio del problema, miles de residentes siguen sin acceso a agua potable, lo que aumenta la incertidumbre y la angustia en la población.
La falta de suministro regular ha obligado a los habitantes a recurrir a camiones cisterna o a comprar agua, lo que supone un gasto adicional.
El Idaan informó a La Prensa que el río La Villa ha mostrado signos de estabilización, pero, por precaución, se mantiene la recomendación de hervir el agua, ya que estamos en plena temporada lluviosa.
A pesar de los esfuerzos, no se ha fijado una fecha exacta para que el agua del grifo pueda considerarse apta para el consumo humano, dado que la situación depende de varios factores.


