Por más de 10 años, los residentes del distrito de Santa Fe, en la provincia de Darién, han esperado sin éxito la apertura del Centro de Atención Primaria en Salud Innovador (Minsa-Capsi), una infraestructura que, aunque fue construida entre 2009 y 2012, nunca entró en funcionamiento debido al abandono y la falta de recursos para su rehabilitación.
El ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, confirmó recientemente ante la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional que se necesita una inversión urgente de $1.2 millones solo para reparar el techo del edificio, además de que se deben desechar algunos equipos médicos deteriorados tras más de una década sin uso.
El Minsa-Capsi de Santa Fe fue concebido como una respuesta para mejorar el acceso a servicios de salud a los 19,729 habitantes del distrito, según el Censo de Población de 2023.
Sin embargo, la obra quedó relegada al olvido, expuesta a la humedad, goteras y el paso del tiempo, lo que ha causado un deterioro progresivo de su infraestructura y equipamiento.
En mayo de 2022, la Dirección de Infraestructura de Salud del Ministerio de Salud (Minsa) anunció que se realizaban labores de limpieza y trabajos de impermeabilización en distintas áreas del edificio. En ese momento, se detectaron filtraciones tras la entrega formal del proyecto por parte del consorcio constructor. También se informó sobre un inventario para evaluar el estado de los equipos médicos, no médicos y administrativos.
Mientras tanto, los residentes de Santa Fe deben desplazarse a otras comunidades, muchas veces a varias horas de distancia, para recibir atención médica, lo que representa un obstáculo para una atención oportuna, continua y de calidad.
Este caso se suma a la lista de obras públicas que, pese a ser financiadas con fondos estatales, han quedado abandonadas sin cumplir su objetivo. El deterioro de estas inversiones no solo implica pérdidas económicas, sino también consecuencias directas en la salud y bienestar de la población.


