En la misa de este domingo 15 de junio, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, dedicó unos minutos para abordar la crisis hídrica que enfrentan los habitantes de la región de Azuero, debido a la creciente contaminación del río La Villa.
Ulloa calificó esta situación como “un atentado contra la naturaleza y una amenaza directa para la salud de las personas”. Afirmó que lo que hoy viven los ciudadanos de Herrera y Los Santos es una expresión dolorosa del descuido ambiental, la ausencia de políticas públicas sostenidas y de una conciencia ciudadana que aún no despierta.
“El daño al principal río de la región no es resultado de un incidente aislado ni reciente”, subrayó. “Durante años se han tolerado prácticas irresponsables: vertidos ilegales, deforestación de cuencas, mal manejo de residuos y sobreexplotación agrícola sin control”, denunció.
El líder de la Iglesia católica en Panamá hizo un llamado a la acción, destacando que la situación requiere tanto una respuesta urgente de las autoridades como una conversión ecológica por parte de todos los ciudadanos.
“Debemos educar, denunciar, participar y defender el bien común”, expresó Ulloa con énfasis. “Los ríos no tienen voz, pero los ciudadanos sí. Nuestra voz debe ser clara: no más envenenamiento del río La Villa”.
Ulloa advirtió que lo que ocurre en Azuero es solo una muestra del deterioro ambiental que sufre todo el país. “No se trata solamente de cuidar un río, se trata de proteger la vida misma”, indicó.
Además, sostuvo que cada gota contaminada es una señal de una relación quebrada con la creación, y que la crisis ecológica también es una crisis moral y social, alimentada por la indiferencia y el afán de ganancia a cualquier costo.
El arzobispo concluyó su mensaje afirmando que “cuidar el río La Villa es cuidar la vida, proteger la esperanza y honrar a la patria”.
