Representantes de organizaciones de padres de familia expresaron su respaldo al anteproyecto de ley No.224, que busca regular el uso de teléfonos celulares en los centros educativos oficiales y particulares del país. La iniciativa fue acogida de manera unánime este 1 de octubre por la Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Asamblea Nacional.
El anteproyecto de ley No.224 busca restringir la utilización de teléfonos en todos los centros de educación básica, premedia y media en las escuelas de todo el territorio nacional. La propuesta llegó a la Asamblea a través de la Oficina de Participación Ciudadana y fue prohijada por la Comisión de Educación que preside el diputado independiente Jorge Bloise.
Aldo Bazán, representante de los padres de familia de la Comunidad Educativa de Panamá Centro, afirmó que la regulación es positiva y necesaria, aunque recordó que muchos colegios ya habían implementado medidas similares antes de que existiera un marco legal.
“El celular es un recurso de seguridad indispensable, sobre todo para estudiantes que viajan en transporte público. Creemos que es necesario que el muchacho porte un teléfono en caso de que esté viajando en buses, porque sabemos que la situación está un poquito difícil”, explicó.
No obstante, Bazán advirtió que su uso dentro de las aulas debe estar limitado para evitar malas prácticas. “Muchas veces se utilizan para bullying o para otras cosas que no son académicas, por lo que corresponde normalizar su uso”. Agregó que la tarea de los padres es orientar a sus hijos para que cumplan con las reglas y hagan un uso responsable del dispositivo.

En la misma línea, Ariel Hughes Garrido, presidente de la Asociación Nacional de Padres de Familia (Anpafa), destacó que el proyecto no busca prohibir, sino regular, un recurso cuyo uso excesivo ha demostrado ser perjudicial.
“Estudios internacionales señalan que la sobreexposición a pantallas genera distracciones, limita la concentración, empobrece el lenguaje y afecta el desarrollo psicomotriz de niños y jóvenes. Por ello, la regulación permitirá recuperar en las aulas un ambiente de aprendizaje más enfocado, participativo y crítico”, manifestó.
Hughes subrayó que la medida mantiene el equilibrio entre seguridad y disciplina, pues los teléfonos permanecerán guardados en las mochilas o bajo resguardo del docente, y estarán disponibles al final de la jornada escolar.
Tanto Bazán como Hughes coincidieron en que corresponde al Ministerio de Educación (Meduca) garantizar la correcta aplicación de la norma, mientras que padres y docentes deben acompañar el proceso desde el hogar y las aulas, fomentando hábitos de uso responsable de la tecnología.
Actualmente, no existen limitaciones formales; el Meduca, al inicio del año escolar, señaló que el manejo de los celulares quedaba a discreción de la dirección de cada plantel.
Propuesta no busca prohibir, sino restringir
Virgilio Sousa, abogado, especialista en educación y proponente del anteproyecto de ley No.224 que regula el uso de celulares en escuelas, explicó que su iniciativa se sustenta en estudios internacionales y en un informe de la Unesco de 2023.
“Ese informe mencionaba que era recomendable que se prohibiera el uso de celulares en las escuelas, por considerar que distraen a los alumnos y repercuten negativamente en el aprendizaje”, indicó Sousa.
Además, añadió que en países como Francia, España, Bélgica, Nueva Zelanda y en más de 20 estados de Estados Unidos “ya han tomado medidas con fuerza de ley para restringir” el uso de celulares.

Sousa advirtió que “los estudiantes, cuando tienen algún grado de distracción, demoran hasta 20 minutos para volver a ponerse en sintonía con lo que el profesor les está dando”, lo que convierte el celular en una herramienta que interfiere más de lo que ayuda al aprendizaje.
El proponente subrayó que la medida no busca prohibir, sino restringir y regular. “No es que no vas a poder llevar el celular a la escuela, es que no vas a poder usarlo durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Pero si el bus te va a recoger después de la hora de clases, lo vas a poder utilizar ahí. Eso no hay problema”, explicó.
El anteproyecto contempla que los celulares y tablets solo puedan usarse con fines pedagógicos bajo autorización docente, y se hacen excepciones para estudiantes con condiciones de salud que lo requieran. Sousa aclaró que las computadoras no están incluidas en su propuesta original: “Se comprende que esa es una herramienta de trabajo que se utiliza para las clases”.
También resaltó que la regulación busca enfrentar el ciberacoso escolar. “Esto va a evitar en alguna medida el ciberacoso, porque muchos estudiantes utilizan los celulares para grabar, hacer videos o generar situaciones que terminan en problemas dentro de los centros educativos”, afirmó.
Sousa insistió en que la regulación debe empezar desde preescolar para que los jóvenes aprendan a usar la tecnología de manera responsable en la universidad y en el ámbito laboral.
Datos del Meduca indican que este año escolar 2025, se matricularon al menos 1,123,000 estudiantes, de los cuales aproximadamente 980,000 corresponden al sistema oficial y 143,000 al particular.


