Nuevamente surge la promesa de un hospital para el área de Panamá norte. La esperanza de los residentes renació tras el anuncio del alcalde de Panamá, Mayer Mizrachi, sobre la aprobación del uso y la administración de terrenos municipales para la construcción del futuro hospital.
El Concejo Municipal de Panamá aprobó por unanimidad, con 21 votos a favor, un convenio entre la Alcaldía de Panamá y el Ministerio de Salud (Minsa) para destinar 8.5 hectáreas en el corregimiento Ernesto Córdoba Campos a esta obra.
El director regional de Salud de Panamá norte, Algis Torres, explicó que el proyecto será financiado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), con un costo estimado de $80 millones, que incluye construcción, equipamiento, capacitación del personal y seis meses de mantenimiento.
Según Torres, el hospital se levantará en el área conocida como el corredor de Los Pobres, y será de segundo nivel, con capacidad para 154 camas. Con la aprobación de los terrenos, ya se dio el primer paso; lo siguiente será la firma del convenio entre el Minsa y la Alcaldía de Panamá para formalizar su uso y administración.
Posteriormente se deberá concretar el financiamiento con el banco, ya que no es desconocido que el Minsa no cuenta con los recursos para construir el nuevo Hospital Nicolás A. Solano en La Chorrera ni tampoco el nuevo Instituto Oncológico Nacional, por lo que corresponde buscar financiamiento.
Otra vez resurge el proyecto
Este plan no es nuevo: en 2016 ya se había asignado un terreno y se avanzó en un proceso de licitación a través de la Caja de Seguro Social (CSS), pero aquel intento no prosperó.
La obra tenía un costo de $178.4 millones e incluía “servicios integrales de estudios técnicos, diseños arquitectónicos hospitalarios, desarrollo y aprobación de planos, estudio de impacto ambiental categoría 2, construcción de mobiliario, equipamiento médico, capacitación de personal y mantenimiento preventivo y/o correctivo”.

En ese momento, el contrato para la construcción del hospital de Panamá Norte, bajo la CSS, fue adjudicado al consorcio Panamá norte, integrado por la constructora Nova, S.A. y BTD Proyectos 12. Sin embargo, la institución no contaba con los terrenos.
La Dirección Nacional de Infraestructura y Servicios de Apoyo de la CSS reconoció que el proyecto se licitó sin disponer aún del terreno. Se explicó que el Estado no contaba con tierras lo suficientemente extensas en el área norte de la ciudad de Panamá para levantar el hospital.
Ahora la situación es distinta, ya que se cuenta con los terrenos.
Los políticos en acción
Con el anuncio de que se construirá el hospital en el área de Panamá norte, diputados independientes como Neftalí Zamora destacaron que, gracias a la coordinación entre la Alcaldía, el Minsa, representantes y legisladores, finalmente se concreta un proyecto largamente esperado por los residentes de la región.
Zamora remarcó que se trata de un terreno nuevo, sin vicios ocultos y con cero costos para el Estado, lo que permitirá solventar una necesidad de la comunidad.
Por su parte, el diputado Ariel Vallarino resaltó que los legisladores de la zona, junto con el presidente José Raúl Mulino, el ministro de Salud Fernando Boyd Galindo y el alcalde Mizrachi, han impulsado esta iniciativa que beneficiará a varios corregimientos de Panamá norte.
Los residentes, sin embargo, se preguntan cuándo comenzará realmente la construcción, pues hace 10 años quedaron esperando el proyecto. Algunos usuarios señalan que, si el policentro de San Isidro, en el distrito de San Miguelito, lleva años en construcción, ¿para cuándo estará listo este hospital? Otros, con escepticismo, advierten: “Hasta que no lo vea, no lo creo”.
La construcción del hospital en Panamá norte representa una deuda histórica con miles de residentes que por años han esperado atención médica más cercana y de calidad.
Aunque esta vez se han dado pasos concretos con la cesión de terrenos y el compromiso político, la experiencia del anterior mantiene a la población en una mezcla de esperanza y escepticismo.
El reto será que las promesas no se queden nuevamente en el papel y que la obra logre materializarse en beneficio de una de las zonas con mayor crecimiento demográfico y necesidad de servicios de salud del país.


