Tapón de Darién: Panamá recibe cinco veces más migrantes que el año pasado

Tapón de Darién: Panamá recibe cinco veces más migrantes que el año pasado
Migrantes caminan por una montaña con la intención de llegar a Panamá a través del Tapón del Darién. Su destino final es Estados Unidos. EF


En la apartada comunidad de La Peñita, en Darién, se está observando algo que no ocurría hace cuatro años: un numeroso flujo migratorio de personas, a través del caudaloso río Chucunaque.

“Amigo, hace rato esto no pasaba. En comunidades como Bajo Chiquito ya no caben y ahora están llegando familias enteras de migrantes acá a La Peñita”, cuenta Tomás, un emberá que reside a orillas de esa extensa cuenca hidrográfica.

De hecho, en 2019, La Peñita era el epicentro de la crisis migratoria; no obstante, al no contar con las condiciones básicas y necesarias para atender a los caminantes, la población de migrantes fue trasladada a otros puntos como San Vicente o Lajas Blancas, ambas en Metetí.

Sin embargo, ahora que el escenario de la migración se agudiza, en la comunidad de Tomás vuelven a sonreír. El joven indígena explica la razón.

“Cuando había cientos de migrantes en La Peñita, nosotros le vendíamos alimentos, agua y le brindamos otros servicios como el de las lanchas o transporte hacia el centro de Darién. Cuando se fueron, nuestros pequeños comercios también quebraron y tuvimos que volver a pescar y sembrar”, narró.

La Peñita es un caserío rural de unas 150 casas a orillas del río Chucunaque y en la provincia más pobre del país, solo superada por las comarcas indígenas. Está a unas cinco horas de la ciudad de Panamá y prácticamente perdida entre la selva fronteriza. Su población está compuesta por indígenas y campesinos, incluso personas que hace décadas decidieron emigrar desde Colombia, sorteando las aguas del Chucunaque y huyendo del conflicto armado entre guerrillas del vecino país. Allí, el ingreso familiar al mes oscila entre $80 y $100.

El drama en cifras

Actualmente, las primeras comunidades receptoras de migrantes como Bajo Chiquito o Lajas Blancas están reportando la llegada de una elevada cifra de migrantes, con lo cual los viajeros están llegando por otros puntos de acceso a Darién.

Hasta ayer martes había en esta provincia 6 mil 376 migrantes, de los cuales 2 mil 674 se encontraban en Bajo Chiquito y mil 328 en Lajas Blancas. Hay hacinamiento y ambas comunidades carecen de infraestructuras y servicios básicos para atender a esta población migratoria.

El obispo de Darién, Pedro Hernández Cantarero, conoce muy bien esta realidad, pues ha visto cómo durante los últimos años algunos migrantes solicitan ayuda en esta provincia. Este año no ha sido la excepción.

En palabras de Hernández, este drama humanitario es “complejo”, ya que este año es notoria la llegada de más viajeros a la provincia. “Hay una afluencia muy grande y es oportuno prepararnos. La situación sobrepasa nuestras capacidades y hay que seguir mejorando”, manifestó.

Para el religioso, el reciente accidente de tránsito donde murieron migrantes que eran transportados a un albergue en la provincia de Chiriquí, deja como lección que se debe prestar “mayor atención” al proceso de manejo y traslado de esta población.

“Hay que erradicar la xenofobia contra el migrante, ya que la mayoría de ellos no se quieren quedar aquí. Hay que ser solidario con el migrante y tenderle la mano”, remarcó.

El llamado humanitario de Hernández coincide con los informes del Servicio Nacional de Migración, los cuales dan cuenta que entre enero y febrero de 2023 llegaron a Darién 49 mil 291 migrantes, un número cinco veces mayor que en el mismo período de 2022, cuando fueron 8 mil 964. De momento, la mayoría de los caminantes vienen de Haití, Venezuela y Ecuador.

Crisis anunciada

Lo que está sucediendo en Darién con el tema migratorio fue advertido el año pasado por organizaciones como la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) e incluso la Defensoría del Pueblo.

En su momento, Eduardo Leblanc, defensor del Pueblo, instó a la creación de un plan, para atender esta gran ola migratoria en Darién.

Otras entidades como el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses también se preparan para cualquier tragedia.

José Vicente Pachar, director de esta entidad, manifestó que esta semana pondrán en marcha un “panteón humanitario” en Darién, con 100 nichos para aquellos migrantes que fallecen en la dura travesía y cuyos restos no son identificados o nadie reclama.

“Sabemos que debemos prepararnos, ante este gran flujo de migrantes en Darién”, dijo Pachar.



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