El reciente desencuentro, ampliamente reseñado por la prensa española, entre el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y el titular de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, ha escalado hasta impactar de lleno en Panamá, convertido ahora en el inesperado epicentro de una disputa institucional que trasciende fronteras.
García Montero acusó a Muñoz Machado de intentar imponer “por su cuenta” a Panamá como sede del próximo Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), previsto para 2028, sin consultar al Cervantes, lo que generó un debate en España sobre los procedimientos internos y la legitimidad de la elección.
En medio de la controversia, la Academia Panameña de la Lengua aclaró su posición este martes 9 de diciembre sobre lo que ocurre en España.
El director de la Academia Panameña de la Lengua para el periodo 2024-2027, Jorge Eduardo Ritter, desmintió que la designación de Panamá haya sido una iniciativa unilateral del director de la RAE.

En entrevista con La Prensa, subrayó que la decisión “no puede verse como si fuera una decisión personal del señor Muñoz Machado”, porque —afirmó— fue tomada por unanimidad por las academias de la lengua durante el congreso celebrado este año en Arequipa, Perú.
Según Ritter, la votación fue clara y contó con el respaldo de las 23 academias que integran la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE).
El director panameño insistió en que la objeción del Instituto Cervantes sería injusta si se basa en la percepción de una imposición individual desde la RAE. “Lo que más quisiéramos es que no hubiera por parte del Instituto Cervantes la objeción de Panamá por el solo hecho de que se perciba que fue una imposición”, expresó, destacando que la elección de Panamá fue un acuerdo colectivo y transparente.
Añadió que otros canales institucionales ya están aclarando públicamente que la aprobación se dio por unanimidad en la reunión oficial de directores de academias.
Los detalles
Ritter detalló cómo se produjo la votación. Explicó que la decisión se tomó este mismo año, durante la primera reunión privada entre directores, celebrada en el marco del Congreso Internacional de la Lengua en Arequipa.
En ese espacio, relató, “se aprobó por unanimidad que Panamá fuera la sede del decimoprimer congreso en 2028”.
El ex canciller también aclaró que, en el momento de la votación, no existía ninguna otra candidatura para acoger el CILE. Esto, a su juicio, desmonta aún más la idea de una supuesta imposición.
Ritter se mostró confiado en que las diferencias actuales entre el Cervantes y la RAE “se pueden superar o se van a superar”, subrayando que tanto la Academia Panameña como el propio gobierno desean que el evento se realice en armonía y sin contratiempos.

El evento
Respecto a las fechas del congreso, Ritter explicó que tradicionalmente se celebran hacia el final del último trimestre del año, entre septiembre y octubre, aunque la fecha específica para 2028 aún debe definirse mediante consultas entre los gobiernos y las academias. Recordó que este calendario ha sido consistente en ediciones anteriores y que Panamá está preparada para ajustarse a ese marco.
El director destacó la importancia estratégica de acoger un evento de esta magnitud. “Panamá ya hizo uno con un extraordinario éxito”, afirmó, recordando la edición previa del CILE realizada en el país.
Señaló que este tipo de congresos visibilizan a Panamá “como centro de la cultura”, pues reúnen a intelectuales, escritores, lingüistas y académicos de alto nivel en encuentros abiertos al público. Recalcó que es una oportunidad única para proyectar al país en el ámbito cultural internacional.
Finalmente, Ritter envió un mensaje a las instituciones españolas envueltas en el conflicto. Dijo que Panamá aspira a que el congreso se realice “de manera armónica con el Instituto Cervantes” y recordó que la ASALE ya decidió apoyar formalmente la propuesta panameña.
En España, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, recordó que “corresponde al Cervantes proponer a las academias de la lengua una sede” para el Congreso Internacional de la Lengua Española.
Durante una rueda de prensa, afirmó que la institución que dirige “se entera, porque se lo comentan otras academias, de que el director de la RAE ha decidido por su cuenta que sea Panamá”, poniendo en entredicho el procedimiento seguido y profundizando las tensiones con la Real Academia Española.

