La Asociación de Universidades Particulares de Panamá (AUPP) emitió un comunicado de prensa en el que rechaza de manera enfática la posibilidad de regular el ingreso de estudiantes a las facultades de medicina, luego de los recientes planteamientos del Ministerio de Salud (Minsa). Según la AUPP, limitar el acceso a la formación médica no resolverá los problemas del sistema de salud y podría incluso empeorarlos, afectando a las provincias y comarcas con menor cobertura de servicios médicos.
La asociación reconoce la preocupación del Minsa por la limitada capacidad del Estado para absorber a todos los egresados en las plazas de internado, requisito indispensable para obtener la idoneidad médica y ejercer profesionalmente.
Sin embargo, la AUPP asegura que esta dificultad refleja un problema estructural en la planificación y financiamiento del sistema público de salud, y no una sobreoferta de médicos.
En este sentido, la asociación destaca que el desafío no está en la formación académica, sino en la insuficiencia de plazas prácticas disponibles en hospitales y centros de salud.
Además, plantean que datos del Minsa, la Caja de Seguro Social (CSS) y organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial muestran que Panamá mantiene una tasa de 1.7 médicos por cada 1,000 habitantes, muy por debajo de los 3.7 de los países latinoamericanos miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). A ritmo actual de formación de 400 nuevos médicos al año, el país tardaría aproximadamente 22 años en alcanzar la tasa promedio de la OCDE, lo que evidencia que reducir plazas universitarias podría agravar aún más la escasez de médicos generales y especialistas.
La AUPP alertó que esta situación impactaría directamente la atención médica en las provincias y comarcas, donde ya existe un acceso limitado a los servicios de salud.
“Limitar el ingreso a medicina no resolverá la problemática; por el contrario, pondría en riesgo la cobertura médica y la atención primaria en todo el país”, señala el comunicado. La asociación recordó que durante décadas ha sido un pilar fundamental para democratizar el acceso a la educación superior, evitando que cientos de jóvenes busquen oportunidades fuera de Panamá. “Formamos profesionales competentes, éticos y comprometidos con el bienestar de la población panameña”, destacan las universidades.
La AUPP también enfatiza que el país requiere más y mejores médicos, no menos oportunidades de formación. “La solución no está en cerrar puertas, sino en construir puentes de cooperación que garanticen servicios de salud de calidad para todos”, concluye el comunicado.
Debate sobre regulación y formación
La reacción de la AUPP surge luego de que 203 médicos recién graduados se quedaran sin plaza, mientras las autoridades de salud han indicado que actualmente se están graduando más médicos de los que el Estado puede absorber.
Desde 2021, los egresados de diversas universidades que obtienen su certificación para realizar el internado han enfrentado dificultades para conseguir una plaza en el Minsa o en la CSS.
Recientemente, el viceministro de Salud, Manuel Zambrano Chang, advirtió que el sistema sanitario panameño enfrenta un desequilibrio entre la cantidad de médicos que se gradúan cada año y la capacidad real del Estado para ofrecer plazas de internado.
Detalló que el sistema solo puede absorber unas 300 plazas de internado al año, mientras que las universidades producen cerca de 400 nuevos egresados. Esta diferencia ha generado un cuello de botella que afecta directamente a los jóvenes profesionales que esperan completar su formación práctica en hospitales.
“La producción de médicos internos en las universidades ha aumentado significativamente y, por eso, se ha complicado más la situación. No se tomaron las previsiones necesarias para enfrentar este escenario que ya se proyectaba”, subrayó el viceministro.
Por su parte, el Colegio Médico de Panamá ha propuesto la creación de un examen nacional de ingreso para todas las facultades de medicina del país, con el fin de garantizar una selección más integral de los futuros médicos.
Este examen no solo evaluaría conocimientos académicos, sino también aspectos humanos clave como la empatía, la vocación de servicio y la orientación prosocial. La iniciativa ha generado un debate sobre la calidad educativa en el sector y la creciente mercantilización de la medicina.
Según una carta enviada por el Colegio Médico al ministro Fernando Boyd Galindo, “la medicina no solo se trata de conocimientos técnicos, sino de un compromiso humano profundo”.

La misiva enfatiza que, además de ser competentes en términos académicos, los futuros médicos deben actuar con responsabilidad, mostrar verdadera vocación de servicio y comprometerse con el bienestar social.
El debate sobre la regulación del ingreso a las facultades de medicina continuará, mientras autoridades, gremios y universidades encuentren soluciones que equilibren la formación de nuevos profesionales con la capacidad del sistema de salud para absorberlos, en un contexto donde la demanda de médicos sigue siendo un desafío a nivel nacional.

