La circulación de una nueva variante de la influenza A(H3N2), conocida como K y detectada recientemente en Costa Rica y en varios países del hemisferio norte, llevó a Panamá a activar la semana pasada una alerta epidemiológica como medida preventiva ante un posible aumento de casos.
La acción busca fortalecer la vigilancia y la capacidad de respuesta del sistema de salud frente a un virus que, aunque no se ha asociado con una mayor letalidad, muestra una mayor capacidad de transmisión.
La temporada de gripe 2025-2026 ha comenzado antes de lo previsto y con una intensidad mayor a la habitual en países del hemisferio norte, un comportamiento que los especialistas atribuyen a la rápida expansión de esta variante.
La variante K pertenece al subclado K, previamente identificado como J.2.4.1, y presenta una serie de mutaciones que la diferencian de la cepa incluida en la vacuna de esta temporada, lo que podría facilitar una circulación más eficiente del virus en la población.
De acuerdo con los análisis de la comunidad científica, la variante K incorpora cambios genéticos relevantes, entre ellos las mutaciones T135K y K189R, que modifican la estructura antigénica del virus.
Estas alteraciones pueden afectar la capacidad del sistema inmunitario para reconocerlo con la misma eficacia que en temporadas anteriores, especialmente en personas que ya han tenido exposición previa a cepas similares. Sin embargo, los expertos coinciden en que estos cambios no implican necesariamente una mayor gravedad clínica.
En este contexto, el presidente de la Sociedad de Epidemiología y el director del Centro Carson de Investigación en Salud y Ecosistemas, Jean Paul Carrera, explicó que la variante K de la influenza representa una fase evolutiva esperable del virus estacional, marcada por cambios genéticos que favorecen su transmisión.
Aclaró que no se trata de una “supergripe” nueva ni de un virus más letal por definición, aunque su propagación amplia y temprana puede traducirse en una temporada de gripe más intensa de lo habitual, especialmente si las tasas de vacunación son bajas.
Jean Paul Carrera, epidemiólogo y virólogo
La variante K es una fase evolutiva esperada del virus, que favorece su transmisión, pero no implica mayor gravedad clínica.
Carrera, quien también es investigador del Centro Regional de Innovación de Vacunas y Biofármacos, señaló que la evidencia disponible indica que la variante se transmite con mayor facilidad, lo que puede adelantar o intensificar la temporada de gripe, pero no hay señales de que sea más letal ni de que cause una enfermedad intrínsecamente más grave que otras cepas estacionales.
Subrayó además que las vacunas actuales, aunque se diseñan con meses de anticipación, continúan siendo efectivas para reducir hospitalizaciones y complicaciones, sobre todo en personas mayores y con enfermedades crónicas.
Características genéticas
Según el informe técnico del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), el subclado K presenta un conjunto inusualmente amplio de sustituciones en la hemaglutinina (HA) frente a la cepa de referencia, entre ellas K2N, T135K, S144N —asociada con un nuevo sitio de glicosilación—, N158D, I160K, Q173R, K189R, T328A y S378N, además de la mutación S49N en la subunidad HA2.
Muchos de estos cambios se localizan en sitios antigénicos o afectan procesos de glicosilación, lo que sugiere que parte del éxito del subclado K podría estar relacionado con un mayor escape inmune, es decir, una menor capacidad del sistema inmunológico de la población para reconocerlo, más que con una replicación viral intrínsecamente superior.
El infectólogo e investigador clínico Xavier Sáez-Llorens, jefe de Investigación del Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, subrayó que no hay razones para generar alarma en la población. “No hay que entrar en pánico.
El subtipo K de la influenza no es más agresivo que lo tradicional”, señaló, al explicar que los virus de la influenza mutan constantemente como parte de su evolución natural. “La mayor preocupación de los países es que se trata de un virus más transmisible, pero no más letal, como ocurrió con el covid-19”, explicó el especialista.
SERVICIO MÉDICO GRATUITO SOBRE LA GRIPE ACTUAL (INFLUENZA H3N2):
— Xavier Sáez Llorens (@xsaezll) December 13, 2025
En el hemisferio norte está circulando una variante (subclado K) del virus de influenza H3N2. Es tan solo una mutante del H3N2 tradicional (algo normal en el proceso evolutivo de los virus), que le brinda mayor…
Añadió que este patrón ya se ha observado en otras temporadas de influenza y también durante la pandemia de SARS-CoV-2, cuando surgieron variantes con mayor capacidad de contagio, pero no necesariamente asociadas con cuadros más severos.
Sáez-Llorens detalló que la variante K presenta alrededor de siete áreas de mutación en comparación con el H3N2 tradicional, el cual continúa circulando en Panamá junto a otros subtipos de influenza. “No existe un solo virus de influenza circulando; hay varios al mismo tiempo, y eso es algo esperado”, indicó.
Situación en Panamá
Aunque el Ministerio de Salud (Minsa) aún no ha confirmado oficialmente la circulación de la variante K en el país, el especialista explicó que es probable que ya esté presente, debido a su detección en países vecinos y a los tiempos que requiere el proceso de confirmación mediante secuenciación genética.
“Las muestras respiratorias se envían al Instituto Gorgas, donde se acumulan durante varias semanas antes de realizar la secuenciación. Una vez analizadas, se determina si corresponden a una variante mutante o al virus tradicional. Por la circulación en países como Costa Rica y Perú, lo más probable es que la variante ya esté circulando en Panamá”, sostuvo.
Según información clínica procedente de Costa Rica, los primeros siete casos asociados con la variante K han sido manejados de forma ambulatoria, sin necesidad de hospitalización. Este comportamiento respalda la ausencia de una mayor severidad clínica, al menos en los casos observados hasta ahora.
El especialista reiteró que la vacunación sigue siendo una herramienta clave para reducir complicaciones. “La vacuna no impide completamente el contagio, pero sí disminuye de manera significativa el riesgo de hospitalización y muerte, sobre todo en personas mayores, niños pequeños y pacientes con enfermedades crónicas”, explicó.
Impacto estacional y vacunación
En el hemisferio norte, particularmente en Europa, Estados Unidos y México, se registra actualmente un número de casos de influenza superior al promedio, una situación asociada tanto a la mayor transmisibilidad de la variante como a las condiciones propias del invierno, que favorecen la propagación de virus respiratorios.No obstante, en países con altas coberturas de vacunación, como Costa Rica, la enfermedad no ha mostrado un aumento en la severidad de los casos.
En contraste, Panamá se aproxima a la temporada seca, lo que ha contribuido a una disminución progresiva de la circulación de influenza, aunque aún se detectan casos de influenza B, A(H1N1), A(H3N2) tradicional, además del virus sincitial respiratorio (VSR) y el SARS-CoV-2. Las autoridades sanitarias mantienen la vigilancia activa y reiteran el llamado a mantener la vacunación al día, especialmente en los grupos más vulnerables.
En este escenario, los especialistas coinciden en que el desafío no es la aparición de una nueva variante, sino sostener la vigilancia epidemiológica, ampliar la vacunación y reforzar las medidas de prevención. La evidencia indica que una respuesta oportuna del sistema de salud sigue siendo clave ante una influenza más transmisible, pero no más grave.

