“Guernica” es una obra maestra de Pablo Picasso pintada en 1937 en París.
La temática de este cuadro de grandes dimensiones (3.5 x 7.77 metros) hace referencia al bombardeo de la histórica ciudad vasca de Guernica (España) perpetrado el 26 de abril de ese mismo año durante la guerra civil española por la aviación alemana, bajo las órdenes de Hitler.
Se trata de una de las pinturas sobre temas bélicos, más importantes del mundo. El estilo cubista de Picasso está siempre presente en todo el contexto de la obra, pero el carácter monocromático (blanco, negro y gris) que utilizó el artista para simbolizar la tragedia de la guerra es lo que convirtió a esta obra en un símbolo universal de paz y sufrimiento humano.

Su interpretación final es objeto de controversia, ya que el simbolismo de las figuras que aparecen en el cuadro suscita diversidad de opiniones. No obstante, su valor artístico está fuera de toda discusión y constituye un auténtico ícono del siglo XX, para el acervo cultural de la humanidad.
La pintura tipo mural fue un encargo del director general de Bellas Artes a petición del Gobierno de la Segunda República Española para ser expuesto en el pabellón español durante la Exposición Internacional de 1937 en París, con el fin de atraer la atención del público hacia la causa republicana en plena guerra civil española. Picasso contaba 54 años de edad cuando aceptó el encargo sin tener definida aún, la temática que iba a plasmar.
La noticia del bombardeo de Guernica apareció el 28 de abril en L’Humanité, el periódico que Picasso solía leer todas las mañanas. A partir de ese momento realizó los primeros esbozos sobre este tema y comenzó a trabajar directamente sobre el lienzo el 1 de mayo.

El proceso de creación de la obra que tardó dos meses en realizarse está muy bien documentado por las fotografías que hizo su modelo Dora Maar. Gracias al estudio de las mismas, los críticos han podido establecer que la obra se elaboró en seis fases. Durante las tres primeras fases predomina un sentido narrativo de la composición general de la obra. En la cuarta fase se introducen elementos novedosos como la figura del toro violentamente retorcido, destacando en el centro la figura del caballo. En las siguientes fases, el trabajo de Picasso se centró en las figuras del guerrero caído y de la mujer a la derecha. En la última fase, Picasso rellenó el caballo con pequeños trazos y destacó la figura de la madre con el niño muerto en brazos, además de pintar la zona de la lámpara. El pintor dio por concluido el cuadro el 4 de junio de 1937.

Una vez terminado, el cuadro fue instalado en el lugar previsto en el Pabellón Español de la exposición Internacional de París, que fue multitudinariamente visitado. Tras la clausura de la exposición, Picasso guarda el Guernica en su taller, a la espera de que la normalización de la situación en España, permita concretar su entrega a su propietario, el pueblo español.
En 1944, en plena Segunda Guerra Mundial, Picasso decide enviar la obra en calidad de préstamo al Museum of Modern Art de Nueva York (MoMA), hasta que se restablezcan las libertades públicas en España.
El cuadro permanece en el MoMa hasta 1981, cuando seis años después de la muerte de Franco y restablecida ya la democracia, el pueblo español, recupera por fin el Guernica y el legado que lo acompaña, tras una larga espera. Al llegar a Madrid, el Guernica se expuso primero en el Museo del Prado, y luego a partir de 1992 pasó como destino final, al Museo Reina Sofía, donde se encuentra y puede apreciarse en exposición permanente.
El autor es escritor y pintor.


