Álvaro de Marichalar Sáenz de Tejada, quien da la vuelta al mundo en la embarcación más pequeña en la historia de la navegación, participó este sábado 22 de abril en una jornada educación ambiental y limpieza de playas organizada por el colegio Thomas Jefferson School (TJS) en Panamá la Vieja.
Marichalar, creador del movimiento ‘Guardianes del Mar’, a través del cual anima a los niños y jóvenes de todo el mundo a recoger los plásticos de las playas y ser un ejemplo para los mayores, inició su travesía el 10 de agosto de 2019 cuando zarpó de Sevilla, España, con el objetivo de conmemorar la primera circunnavegación que consiguieron los antepasados de todos los hispanoamericanos hace 500 años y de crear conciencia impulsando acciones de conservación marina.
La jornada de limpieza se dio en el marco del Día Internacional de la Tierra que busca crear una conciencia sobre la sobrepoblación, contaminación, pérdida de biodiversidad, calentamiento global y otros problemas que afectan el planeta Tierra.
Por estos días en el mundo se han desarrollado diversas actividades relacionadas con esta efeméride. En el otro lado del planeta, en Israel, por ejemplo, un grupo de artistas se unió para decorar con grafitis barracones abandonados al pie del mar Muerto, que desaparece al alarmante ritmo de un metro por año.
En el norte del continente, en Estados Unidos, la administración del presidente Joe Biden, propuso reducir las entregas de agua a California, Nevada y Arizona proveniente del río Colorado en cuarta parte de lo que reciben actualmente, debido que nivel de agua disponible se han reducido drásticamente después de años de sequías severas.
Más próximo, en el Canal de Panamá se anunció esta semana la reducción del calado de los barcos -y por ende la capacidad de carga- debido a la sequía que ha reducido notablemente la cantidad de agua del embalse del lago Alajuela.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado el periodo 2021-2030 como el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, pues no solo es urgente conservar la naturaleza que aún sobrevive, sino tratar de recuperar la que se ha perdido.
En la pasada COP 15 sobre Diversidad Biológica celebrada en diciembre de 2022 en Montreal, Canadá, se dio un reconocimiento a las 10 principales iniciativas emblemáticas de restauración mundial. Una de las seleccionadas fue la conformada por el Pacto por la Restauración del Bosque Atlántico (PACTO) y la Red Trinacional de Restauración del Bosque Atlántico. Alguna vez este bosque cubrió una vasta franja de Brasil, Paraguay y Argentina, pero se ha reducido a fragmentos debido a siglos de tala, expansión agrícola y urbanización, incluido el crecimiento de ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo. Es menos conocido como el de la Amazonía, pero tiene una importancia vital.
António Guterres, secretario general de la ONU, hizo ayer sábado un llamado a los ciudadanos de todo el mundo a que pidan a sus dirigentes que “hagan las paces” con la naturaleza en lugar de “destruirla”.
Según la ONU, el mundo pierde cada año 10 millones de hectáreas de bosques, una extensión similar a Islandia, y cerca de un millón de especies de animales y plantas se hallan en peligro de extinción. Además, los ecosistemas sanos ayudan a las personas a protegerse de las enfermedades porque la diversidad de especies hace más difícil la propagación de patógenos.
“Pongámonos manos a la obra para aplicar el acuerdo histórico de las Naciones Unidas sobre biodiversidad y asegurarnos de que el 30% de la tierra y el agua del planeta estén protegidas para 2030″, dijo Guterres.
Actos como el de limpiezas de playas, aunque sean pequeños o individuales, dice Sara Otalora, directora ejecutiva de la empresa Ecología, Vida y Salud, del equipo organizador de la actividad en Panamá Viejo, si se trabajan como parte de una visión colectiva redundan positivamente en cambiar los hábitos para dejar de ver el ambiente como propiedad y asumirlo como lo que realmente es: un aliado, un amigo.


