El director Duiren Wagua López llevaba 22 años fuera de su comunidad natal, Usdub, en la comarca Guna Yala, por motivos de estudios. Al regresar, no solo se reencontró con sus raíces, sino también con el pasado de su pueblo.
Justo volvió para las fechas de la celebración de la Revolución Dule (1925) e hizo documentación fotográfica de las obras de teatro que se realizan para dicha conmemoración, incluyendo a historiadores y personajes importantes de su comunidad. Entonces, decidió volver todos los años a celebrar las fiestas y fotografiar las obras de teatro.
“La segunda vez que fui, mi abuela me empezó a hablar de mi abuelo ‘Olodibagdigiña’, quien fue parte de las tropas de guerreros de Usdub que se unió a la Revolución Dule, eso para mí fue un motor importante para seguir avanzando en esta obra audiovisual”, comenta Wagua López en una entrevista para el diario La Prensa, refiriéndose a su documental Bila burba, el cual relata los sucesos de la revolución dule.

El documental forma parte de la programación del Festival Internacional de Cine de Panamá 2024, y se presentará este sábado 6 de abril en Cinépolis Multiplaza, a las 4:30 p.m. Su proceso de investigación varió desde libros, tanto gunadules como escritos por extranjeros, así como recorrido de campo en el que iba a comunidades a indagar sobre los hechos. “Cuando iniciamos el rodaje, quisimos contar la historia como nos la contaban nuestras abuelas y abuelos, sin ningún tiempo exacto, escuchando su verdad y así está hecha la película, los personajes cuentan su propia verdad”.
Para Wagua López, el principal mensaje de su obra es que el espectador entienda “la importancia de conocer y respetar las otras culturas que conviven en este territorio panameño. Y al mundo que hubo una nación indígena que defendió su forma de vida ante tantos atropellos por parte del gobierno y que aún sigue pasando, lo vimos el año pasado en las protestas de noviembre (en rechazo a la Ley 406 del 20 de octubre de 2023)”.

¿Cómo se abordan en la película los conflictos territoriales y culturales entre la nación gunadule y el gobierno panameño?
La abordamos de una manera sincera, sin señalar, simplemente los personajes cuentan cómo sus familiares vivieron estos hechos. Siempre ha sido así, hasta en las obras de teatro que vemos en las comunidades.
¿Cómo cree que la película puede contribuir a la preservación y difusión de la historia y la cultura de la nación gunadule?
La película es solo una excusa más para detonar esas ganas de seguir estudiando la Revolución Dule, todavía hay mucho más por escribir y filmar. Claro que me hubiera gustado contar a detalle lo que sucedió, pero como me dijo una amiga cuando editaba la película: ¿quieres hacer una película o un libro? Si es así, ponte a transcribir todas las entrevistas y publica un libro. Así que para lograr una difusión mayor queremos crear una página web dedicada solo a la Revolución Dule, con entrevistas que no entraron en la película, fotografías, audios y videos que conseguimos en la investigación y crear diálogos con investigadores y familiares de los guerreros para así escucharnos entre todos.
¿Qué papel crees que juegan en la comunidad guna, las tradiciones, la herencia cultural en la resistencia y la lucha a lo largo de la historia?
Juega un papel super importante porque nos da un sentido de pertenencia, porque un lugar en donde convivir y expresarnos libremente hacen que queramos seguir manteniendo viva nuestra forma de pensar, de expresarnos y de hablar para que no vuelva a suceder lo que pasó en 1925.

¿Qué lecciones o reflexiones espera que el público saque después de ver la película?
Me sorprende que todavía en las escuelas o universidades no se toquen estos hechos históricos que marcaron un precedente en Panamá. Y estoy casi seguro de que muchas personas saldrán con una lección de historia panameña. Sucedió en Ámsterdam con panameños viviendo en Países Bajos que vieron la película y salieron con una clase de historia que nunca leyeron o aprendieron en su vida estudiantil y creo que es un aporte valioso de nuestro trabajo.
¿Cómo se involucró a la comunidad gunadule en el proceso de producción de la película?
Filmamos en 6 comunidades y en cada una de ellas teníamos a un líder comunitario. Nos hacían el papel de productores locales para que nos consiguieran dónde hospedarnos, a quién podíamos comprarle las comidas para el equipo y gestionar los permisos en las comunidades, como conozco cómo es filmar en el territorio, decidimos trabajar de esta manera y fue interesante porque también aportan más ideas a la película y de lo que teníamos que filmar.
¿Cómo espera que la película contribuya al diálogo entre la comunidad gunadule y el resto de la sociedad panameña?
Lo que buscamos también con la película es que viaje a las escuelas y otros espacios comunitarios para que genere una reflexión en donde ambas partes hablen sobre la importancia del respeto a las otras culturas, porque no hay que quitar que en Panamá vivimos un racismo y discriminación muy marcado y mucho es por desconocimiento hacia los otros.
Para usted como guna, ¿cuál es la importancia, primero, de que los gunas recuerden este acontecimiento y luego, de que el resto, ya no solo de Panamá sino del mundo, sepan que esto ocurrió?
En mi experiencia personal, en la ciudad capital, sufrí mucho de discriminación siendo niño, en parte por pertenecer a una nación indígena y en parte por tener un nombre gunadule, todo debido a no comprender el valor de mi propia cultura. Siendo niño, no entendía lo que ocurría a mi alrededor. En la actualidad, como adulto, he logrado apreciar y valorar mi cultura, así como comprender aspectos históricos y conocer a artistas dules como yo (Iguandili, Kansuet, Achu de León, Ologwagdi). Esto ha contribuido a fortalecer mi orgullo por mis raíces gunadules. Por lo tanto, en cada proyecto audiovisual que emprendo, destaco elementos que reflejan ese orgullo dule. Como padre, ahora me corresponde transmitir este sentimiento a mi hija, a fin de que comprenda sus raíces y evite experimentar lo que yo viví en mi infancia.
En Panamá, el cine está experimentando un crecimiento gradual aunque constante. ¿Cómo aprecia este progreso en el cine indígena? Tanto en cuanto a sus representantes, personas interesadas y las historias que pueden ser narradas.
Si analizamos de manera gradual, con festivales y muestras de cine que son espacios que también contribuyen a difundir las narrativas indígenas, se observa un aumento en el interés de más jóvenes provenientes de diversas comunidades por contar sus propias historias a través de cortometrajes. Esta tendencia se percibe como una forma significativa de enriquecer el panorama cinematográfico panameño. Actualmente, surge el desafío de realizar largometrajes; sin embargo, la realización de estos proyectos seguirá siendo un objetivo distante si no se ofrecen talleres, festivales o muestras de cine en los territorios indígenas.


