Para el panameño Julián Torres, ser uno de los participantes del reality show turco El Poder del Amor 2 le ha permitido crecer como persona, conocer la cultura de otros países, pero principalmente darse a conocer tal cual es.
“La gente se enfocaba en mi físico, si bailo, lo que subo a redes sociales, pero he querido que conozcan a Julián Torres como es”, expresa el panameño, desde Estambul, donde se graba el denominado experimento social en el cual mujeres y hombres van en busca del amor.
En una entrevista con La Prensa, Julián (28 años de edad) cuenta que este proyecto –el cual se transmite en TVN Canal 2– le ha enseñado a poder manejar aún más las situaciones difíciles, de mucho estrés y presión. “Si no eres una persona que pueda manejar esto va a ser bastante complicado. Tienes que ser fuerte, vives de todo, alegrías, tristezas, frustraciones”, reflexiona.
Sin embargo, el modelo y bailarín panameño señala que para él lo más importante en el programa ha sido “respetar a los demás” y, si vas a hacer algo, que sea “sin dañar” a otros.
Otro aspecto con el que se ha enfrentado desde que llegó al reality show es la enorme presión de las redes sociales, porque –según comenta– así como recibe comentarios positivos también están los negativos. “Lo que he aprendido es a manejar esa presión y llevar todo con calma. No dejar que las cosas externas afecten mi participación y mi forma de ser”, opina.
No obstante, el panameño admite que ese manejo no se logra de la noche a la mañana. “Estar en otros realities o en televisión me ha ayudado a sobrellevar la presión bastante bien. Simplemente trato de enfocarme en lo que estoy haciendo y confiar en mí y no dejarme llevar por lo que otros puedan decir para mal”, añade.

En el centro de las controversias
Sobre la convivencia con los otros participantes en el programa, Julián dice que desde que llegó la experiencia ha sido buena pero últimamente está “complicada”. “Como se dice en buen panameño, la cosa está fea”, comenta.
De hecho, con frecuencia Julián se encuentra en el medio de las controversias que se suscitan dentro de la casa de El Poder del Amor.
“En un principio no le prestaba atención, pero ya luego me dije pero ¿por qué me mencionan? ¿por qué mi nombre allí?, pero eso es parte de esto, yo trato de no estresarme”, comenta.
Pese a ello, considera que ha hecho buenas amistades y ha tenido la oportunidad de conocer más de otros países.
DATOS DE INTERÉS.
+ Se crió en Villa Guadalupe (San Miguelito). Luego vivió en Arraiján, Panamá Oeste. Actualmente reside en la ciudad de Panamá.
+ Tiene 12 años de experiencia como bailarín profesional. También ha participado en concursos de modelajes.
+ Formó parte de los realities ‘Esto es Guerra Panamá’, ‘Esto es Guerra Perú’ y ahora en la segunda edición de ‘El Poder del Amor’.
‘Soy un poco tímido’
Julián dice que espera que el show sirva para que lo conozcan bien cómo es él. “Soy un poco tímido a veces, ya cuando agarro confianza es diferente, soy bastante sencillo, no me complico la vida”, afirma.
“Me ven peleando pero no me gusta pelear... es que los panameños no nos dejamos nunca”, dice, de forma jocosa.
Julián comparte que, según los mensajes que le envían en redes sociales, conoce de gente que “no veía el programa y “ahora están enganchados” y de personas que “no ven el programa, pero votan por mí”.
“Creo que se sienten identificados conmigo, con mi forma de ser. Estoy quedando de primero en las votaciones y yo feliz”, reacciona.

En Turquía también comparte con otra panameña, Karina Linnett. “Hay una buena amistad. Nos defendemos mucho, como se ha visto en los últimos programas”. Según afirma, ese es parte del mensaje de unidad que buscan llevar al resto de los panameños: “siempre debemos estar unidos”.
Una vez acabe el show, Julián tiene planeado volver a Panamá para resolver algunos temas personales y profesionales. Y luego “ver qué tiene Dios para mí, no quiero hacerme expectativas, voy a dejar que todo fluya y que salgan oportunidades buenas”.
¿Encontrará Julián el amor en Turquía? “Ya esto se está acabando, no creo, pero todo puede cambiar, uno nunca sabe”, finaliza diciendo (entre risas) esta entrevista.



