El padre de Vanessa Rodríguez, la joven panameña de 25 años de edad supuestamente asesinada por un soldado, envió una carta al embajador de Estados Unidos, Jonathan Farrar.
En la misiva, fechada el 24 de septiembre pasado, Rogelio Rodríguez cuestiona la desinformación y lentitud del proceso, así como la falta de una disculpa pública ante el brutal crimen.
Rodríguez cuestionó que la embajada, una vez enterada del homicidio, procedió “a sacar” del país al principal sospechoso –el soldado de origen puertorriqueño Omar Antonio Vélez Pagan-, en una forma “polémica y cuestionable”.
“A partir de ese momento [en la embajada] guardaron silencio sobre lo sucedido, hasta que nuestra familia se enteró y reclamamos el cuerpo de nuestra hija”, detalla la nota.
Reclama por qué la investigación se ha dilatado y no ha sido “informado de nada”. Ni siquiera conoce cuándo se realizará la audiencia del caso.
“Ustedes [la embajada] me han colocado en un estado de indefensión y de desigualdad de condiciones y de oportunidades de justicia”.
“Pienso que la embajada de Estados Unidos tiene una gran responsabilidad moral de la muerte de nuestra hija ya que fueron ustedes los que trajeron al asesino a Panamá”.
También lamentó que Vélez Pagán fue conducido a una base militar en Carolina del Norte y no a una prisión común.
El 23 de junio de 2014, el cuerpo de Vanessa fue encontrado por un agente policial en una finca cercana al río Guararé, provincia de Los Santos.
Sobre este caso, el embajador Farrar se ha limitado a decir que el sospechoso está encarcelado en Estados Unidos.
Ha sostenido que los investigadores de ese país están haciendo las coordinaciones con las autoridades locales –versión que corrobora la Cancillería panameña- y que se le brinda apoyo a la familia de la víctima.
