El Centro Regional Universitario de San Miguelito (Crusam), ubicado en el sector de Chivo Chivo, en Panamá Norte, registra un avance del 98%. Sin embargo, la estructura, que cuenta con unos 12 edificios completamente terminados, no puede ser utilizada hasta que se construya el sistema de tratamiento de aguas residuales, cuya adenda aún está pendiente de aprobación por parte de la Contraloría General de la República (CGR).
Durante un recorrido realizado este 12 de noviembre por los diputados de la Comisión de Infraestructura de la Asamblea Nacional, se constató el avance y la magnitud de este centro universitario, que proyecta albergar a 12 mil estudiantes de San Miguelito, Panamá norte y comunidades aledañas.
Actualmente, las instalaciones del Crusam operan en un local alquilado en el centro comercial la Gran Estación, el cual no reúne las condiciones adecuadas para la docencia. Los estudiantes denuncian hacinamiento, falta de salones, carencia de baños sanitarios y filtraciones de agua durante las lluvias, lo que convierte la infraestructura actual en un espacio inadecuado.

El recorrido al nuevo centro universitario fue encabezado por José Pérez Barboni, presidente de la Comisión de Infraestructura, con el propósito de inspeccionar el proyecto y revisar las adendas, que superan los 5 millones de dólares e incluyen equipamiento, mobiliario, tecnología y la construcción del sistema de aguas residuales.
Según Barboni, la Contraloría ya refrendó la adenda correspondiente al equipamiento, pero aún está pendiente la de aguas residuales. “Una vez se refrende esta última, se podrá establecer una nueva fecha para la entrega y ocupación del centro universitario”, indicó.
La nueva sede del Crusam, que tiene un costo total de 88 millones de dólares, debió estar operativa desde 2024. No obstante, el proyecto ha quedado en medio de auditorías de la Contraloría e investigaciones judiciales de alto perfil. La obra está siendo ejecutada por el Consorcio HCG, mencionado en una investigación del Ministerio Público vinculada con la Operación Jericó, cuya investigación comenzó en junio de 2023.
En el recorrido también participaron los diputados Luis Duke y Alexandra Brenes, de San Miguelito, quienes solicitaron a la CGR que agilice la aprobación de la adenda del sistema de aguas residuales, valorada en 5 millones de dólares.
Duke destacó que “la Universidad de Panamá y la Contraloría han mantenido conversaciones para agilizar los trámites. Desde la Asamblea hemos impulsado que este proyecto no se detenga. Es una obra de primer mundo y el país merece universidades de esta calidad”.
Por su parte, Brenes manifestó su preocupación por el riesgo de deterioro del complejo si no inicia operaciones pronto. “Esto es lo que suele ocurrir con muchas obras en el país. Una inversión de este nivel debe traducirse en resultados visibles y en oportunidades para los estudiantes”, advirtió.
La diputada también resaltó que el nuevo centro contará con 700 estacionamientos y se encuentra a solo 800 metros de la estación del metro, lo que facilitará el acceso de los estudiantes. “Ya se coordinan conversaciones para que los [metrobuses] puedan ingresar directamente al campus”, añadió.
Se prevé que este viernes 14 de noviembre la comisión universitaria se reúna para definir la fecha oficial de apertura, prevista para el próximo año. “San Miguelito y Panamá Norte merecen instalaciones dignas. No es justo que los estudiantes sigan recibiendo clases en condiciones inadecuadas. Ojalá este espacio se abra cuanto antes”, concluyó Brenes.
Universitarios quieren la nueva sede en 2026
Por su parte, Miguel Delgado, representante del Centro Regional de la Universidad de Panamá, informó que se espera abrir el nuevo Crusam en marzo de 2026, una vez se completen los trámites pendientes relacionados con la adenda del sistema de aguas residuales.
Explicó que la apertura depende del refrendo de la adenda de casi 5 millones de dólares, correspondiente a la planta de tratamiento de aguas residuales y al encajonamiento de una quebrada que atraviesa el terreno. “Si no se aprueba la adenda, no podemos abrir el centro. Estamos trabajando con la Asamblea Nacional, la Contraloría y el Gobierno Central para agilizar el proceso”, puntualizó Delgado.
El proyecto incluye 15 edificios, instalaciones deportivas y equipamiento tecnológico de última generación, lo que permitirá duplicar la matrícula de 6 mil a 12 mil estudiantes.
Delgado subrayó que esta será una de las obras educativas más importantes del Estado panameño, ya que ampliará la oferta académica de la Universidad de Panamá con nuevas carreras en ciencias de la salud —como enfermería, odontología y biología—, además de programas en conservación ambiental, dada su ubicación cerca de la cuenca del Canal de Panamá.
Sobre el equipamiento, detalló que la empresa contratista ya inició los pedidos y comenzará próximamente la instalación del mobiliario.
