Una nueva tragedia llena de luto a la comunidad de Mironó, en la comarca Ngäbe Buglé, luego de que dos niñas perdieran la vida ahogadas al intentar cruzar la quebrada La Pita, un afluente que se había crecido por las intensas lluvias que afectan la región.
El hecho ocurrió la tarde del 27 de octubre, coincidiendo con la conmemoración del Día del Estudiante, cuando cinco menores del Centro de Educación Básica General Cascabel regresaban a sus hogares después de clases. De acuerdo con el reporte preliminar, los niños intentaron atravesar la quebrada, cuyo caudal había aumentado considerablemente, y fueron arrastrados por la fuerte corriente.
Dos de las menores, de 5 y 8 años, fueron encontradas sin vida. Ambas cursaban kínder y primer grado en el centro educativo. Otras tres víctimas —una niña y dos niños de 10, 11 y 12 años— resultaron con heridas y fueron auxiliadas por moradores del área. La emergencia fue notificada a las autoridades por la docente del centro educativo, quien dio la voz de alerta tras conocer lo sucedido.
Personal del Ministerio Público se trasladó al lugar para realizar las diligencias correspondientes y brindar apoyo a los familiares de las víctimas.
Una tragedia anunciada
Esta nueva pérdida ocurre apenas cinco días después de la presentación del informe Educación Mortal: Crisis Sistemática de Ahogamientos Infantiles en la Comarca Ngäbe Buglé, elaborado por la Fundación para el Desarrollo Económico y Social (Fudespa) y Jóvenes Unidos por la Educación (JUxlaE).

El documento, presentado el 22 de octubre ante la Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Asamblea Nacional, advertía que durante los últimos 25 años entre 55 y 70 personas, en su mayoría niños, han muerto ahogadas al intentar cruzar ríos y quebradas para asistir a la escuela en la comarca.
El informe denuncia que la omisión del Estado panameño no solo ha dejado desprotegidos a los niños, sino que constituye una violación estructural de los derechos humanos, especialmente del derecho a la vida y a la educación.
La comarca Ngäbe Buglé, con una tasa de pobreza multidimensional que alcanza el 93,8%, es una de las zonas más marginadas de Panamá. Su topografía montañosa y la falta de infraestructuras adecuadas obligan a los niños a enfrentar condiciones extremas de aislamiento y pobreza para ejercer su derecho a la educación.
Reacción de JUxlaE
A través de un comunicado, JUxlaE lamentó profundamente la tragedia y reiteró la urgencia de atender esta problemática estructural. “Hoy, cinco días después, lamentamos el ahogamiento de dos infantes que regresaban a su hogar desde la escuela Cascabel, intentando cruzar la Quebrada Pita en el distrito de Mironó. Esta tragedia confirma la urgencia de nuestro llamado”, expresó la organización.
La agrupación calificó el hecho como “una ironía dolorosa”, al ocurrir precisamente en el Día del Estudiante, jornada que debería ser de celebración, pero que se transformó en duelo.
“Es irónico que en lo que debiera ser un día de festejo, hoy las familias Ngäbe Buglé lloran la pérdida de sus seres queridos. Esta realidad inaceptable evidencia la desigualdad estructural que enfrenta la niñez indígena panameña”, señalaron.
JUxlaE advirtió además que estos hechos constituyen una violación a derechos fundamentales consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la Constitución Nacional, incluyendo el derecho a la vida (Art. 6), a la educación accesible (Art. 28) y a la no discriminación (Art. 2).
El comunicado también incluye un conjunto de demandas urgentes dirigidas a las autoridades del Ministerio de Educación (Meduca), Ministerio de Obras Públicas (MOP), Ministerio de Gobierno (Mingob) y el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc). Entre ellas se destacan: implementar sistemas de alerta temprana para crecidas de ríos, con tecnología accesible y capacitación comunitaria; construir puentes peatonales colgantes en puntos críticos mediante reasignación presupuestaria para 2026; establecer modalidades híbridas o remotas de educación en zonas vulnerables para evitar la exposición de los estudiantes a riesgos; y desarrollar un plan integral de desarrollo para la comarca Ngäbe Buglé, elaborado en consulta con las comunidades locales.
Crítica política
En tanto, el diputado Jorge Bloise, presidente de la Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Asamblea Nacional, cuestionó duramente las prioridades del sistema educativo tras la tragedia.
“Los niños deben tener garantizado un acceso digno a su escuela, pero en Panamá eso no ocurre”, advirtió, al señalar que mientras el Meduca impulsa una compra multimillonaria de laptops, en muchas comunidades los estudiantes arriesgan su vida cruzando ríos y quebradas para llegar a clases.
Bloise calificó como un despropósito destinar recursos a programas tecnológicos en escuelas que carecen de condiciones básicas. “Se sigue insistiendo en la compra multimillonaria de laptops en centros que no tienen ni internet, ni luz, ni mucho menos agua. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Hay que priorizar en materia educativa”, recalcó. El diputado enfatizó que el presupuesto debe garantizar que todos los niños y niñas puedan llegar a sus escuelas de manera segura, con infraestructura mínima como puentes o pasos peatonales.
El parlamentario recordó que la Comisión de Educación recibió, publicó y compartió el informe Educación Mortal, que advertía sobre los riesgos de los estudiantes en la comarca. “Si no se toman los correctivos, esto volverá a suceder porque no estamos haciendo el trabajo que corresponde como país. Hay que garantizar los zarzos y los puentes para que los niños puedan ir a la escuela”, sostuvo.
Bloise también cuestionó la falta de acción preventiva ante las alertas del Sinaproc. “El Sinaproc había emitido sus alertas y no se actuó a tiempo. El Meduca debió suspender clases en toda la comarca, no solo en un distrito. Había alerta amarilla y no se tomaron las medidas de prevención”, lamentó.
Finalmente, advirtió que “las tragedias no pueden seguir siendo las que tomen las decisiones en este país” y llamó al Meduca a actuar con sabiduría y priorizar la seguridad y el derecho a la educación. “Si no se pueden tomar decisiones correctas, les está quedando grande el puesto”, sentenció.
Esta tragedia en Mironó no solo revive la alarma sobre los riesgos que enfrentan los niños para acceder a la educación en la comarca Ngäbe Buglé, sino que también evidencia la urgencia de acciones concretas por parte del Estado. Las alertas ignoradas, la falta de infraestructura segura y la priorización de proyectos tecnológicos sobre la seguridad de los estudiantes reflejan una problemática estructural que exige respuestas inmediatas.
Organizaciones civiles, autoridades locales y legisladores coinciden en que garantizar el derecho a la educación no puede seguir siendo un riesgo para la vida de los menores.
Al cierre de esta nota, el Meduca aún no se había pronunciado sobre el fallecimiento de las dos estudiantes.

